Una sueca emigra a España
Aprovecho el inicio de la temporada 2023-2024 para presentarme con más detalle a nuevos y viejos seguidores.
Me llamo Paula Ohlin, nací y en Suecia y vine a vivir en Barcelona después de la universidad en 1998. Hoy día trabajo full-time como instructora de equitación y entrenadora de caballo, especializada en biomecánica y consciencia corporal y mental, tanto para el caballo como para la persona, es decir para el binomio.

Pero no empecé mi vida como profesional ecuestre sin haber vivido otras experiencias…
Estudié marketing internacional y empresariales y después de la universidad, al llegar a Barcelona trabajé como directora de cuentas en el mundo de la publicidad. Era una experiencia que me ha aportado muchísimo a mi trabajo actual sobre todo a nivel de comunicación con los clientes.
Los caballos siempre han sido parte de mi vida y cuando tenía 7 años empecé a tomar mis primeras clases. Soy una persona altamente sensible y aunque la esencia de los caballos me hechizaba, había ratos que su manera natural de reaccionar, en momentos me creó prudencia e inseguridad.
El mantenimiento y manejo que conocí en Suecia era muy natural y práctico, y tuve la suerte de aprender con instructores suecos que tenían mucho conocimiento hacía esa naturaleza del caballo y sobre una equitación muy sana y respetuosa. Eso me ayudó a superar mucho de me inseguridad y hoy día es una parte importante que me ayuda a ayudar a personas que les pasan lo mismo. Por que hay mucha inseguridad e incluso miedo, en lo que se hace con los caballos, y os cuento esta parte de mi porque creo que es importante reconocerlo, entenderlo y saber ayudar. Por que se puede superar, cada uno a su nivel individual. Eso de «arre, y pa’lante», lo archivamos ya, ¿no? Con sensibilidad, conocimientos, consciencia y respeto a cada individuo, se puede adaptar la enseñanza relacionado con caballos a cada individuo. Igual que en la doma de un caballo.
En Suecia teníamos pista exterior y no me acuerdo haber cancelado una clase o un entreno ni por diluvia, ni por helada, ni por nieve. Las rutas en invierno se tenían que realizar poniendo ramplones en las herraduras de los caballos para que no resbalaran. Aprendimos a saber dónde había hielo debajo de la nieve para ir con cuidado y donde se podía galopar en nieve profunda con seguridad. No hay nada tan mágico como hacer una galopada en un paisaje totalmente blando o una salida por un bosque donde las ramas pesan por la nieva que llevan encima.

Otro país – otra manera de hacer
Con los caballos en aquella época no me atraía la competición, sino más bien siempre me ha atraído entender su esencia y aprender a sincronizarme con ellos. Cómo anécdota puede contar que durante toda mi infancia y juventud combinaba los caballos con ser portera de cierto éxito en un equipo de futbol y suelo contar que el hecho de haberme tirado al suelo tantas veces como portera, ¡me ayudó en mis primeras caídas del caballo!
En mi país estaba acostumbrada con un manejo y una equitación muy sana, tanto para personas como caballos. No había radicalismo entre “con” o “sin”, sino solo conocí un buen hacer donde los caballos vivían y participaban en el mundo humano, y “con” o “sin” daba igual porque estaba bien hecho fuera lo que fuera.
Al llegar a España no encontré sitios que me podían ofrecer la misma manera de hacer, de montar y manejar. Por no querer dejar los caballos iba buscando y probando y durante esta búsqueda inicial, sin querer llegué a rozar una equitación para mi demasiado forzada y vi que los caballos, no eran felices y muy pocas veces sanos. Competí un poco en doma clásica, salto e incluso entrenaba completo durante una formación inglesa, ABRS (Asociación of British Riding Schools) aquí en España para sacarme mi primer certificado.
Aprendí mucho, pero también aprendí que España estaba bastante (para hablar educadamente) por detrás de Suecia en cuanto a trato con el animal en general. Por ejemplo en cuanto a alimentación hasta cómo debe de vivir un caballo, y sobre todo cómo se enseñaba la equitación. No conocía la serreta y al ver tantos caballos marcados aprendí qué era…

Empecé a encontrar el camino
Otra anécdota de los inicios de mi vida ecuestre en España: En una hípica, al querer ayudar a poner la comida fui al pajar, ¡pero no encontraba el forraje y se reían de mi! Porque el pajar estaba lleno de paja y yo estaba buscando el heno…. En Suecia solo se usaba la paja para cama y posiblemente para picotear y el forraje para comer era el heno.
También en Suecia había aprendido a poner un caballo en marcha progresivamente después de una lesión, aquí se infiltraba, o una yegua recién tenía un potro, y a retomar el trabajo donde se había dejado.
Estas cosas no me pararon sino mi interior me seguía empujando a encontrar otra cosa y tuve la suerte de conocer a Lucy Rees (en 2002) y me ayudó a cambiar el rumbo y a aprender todavía más sobre esa naturaleza y esencia que tienen. Fue el primer paso hacía lo que hago hoy por que Lucy, ya se sabe, defiende la etología y la naturaleza del caballo, pero nos enseñó a combinarlo con el papel que tenían en el mundo humano.

¿Cómo empezó el cambio?
En aquella época me acordé del libro de Equitación Centrada que había leído en Suecia antes de mudarme y empecé a tomar clases con instructoras cada vez que iba a Suecia. Estuve años compaginando el trabajo en la agencia con cada rato libre con caballos y formándome. En 2010, cuando había nacido mi hijo Nils, dije adiós al mundo de la publicidad y empecé a formarme en Equitación Centrada. En primavera del 2012 fui la primera persona en Espaa en certificarme como instructora del método de Sally Swift y desde entonces no he parado de formarme, de aprender, pero también de transmitir y enseñar.
(A continuar en ¿Quién soy? Parte 2)
Si estás interesado en una equitación sana, contacta conmigo y te informo de las opciones disponibles.
Paula Ohlin – Instructora de Equitación Centrada Nivel 3 y alma fundadora de Ride With Feeling